Tanto él como Víctor estuvieron siguiendo la pista del impresionante venado durante dos días. Tras la segunda mañana, acabaron encontrándolo. “Una vez que lo localizamos, estuvimos durante seis horas siguiéndole hasta que llegó el momento. Cuando lo vimos de cerca y comprobamos el porte nos quedamos sin palabras”, relata el cazador profesional. “Cuando estás a punto de disparar te pones nervioso. Sabes que tienes que hacerlo bien para que el animal no sufra. Se para todo lo que hay a tu alrededor, el corazón se dispara y la respiración se agita. Y ahí le dije a Víctor, ahora, tienes que disparar ahora”.

Y el disparo fue certero. Directo al corazón del animal, que cayó fulminado de inmediato. “Al acercarnos pensamos, ‘madre mía lo que hemos hecho, lo que hemos cazado’. Es muy difícil encontrar en España un venado como éste. Tiene 25 puntas y es enorme. Pesaba 222 kilos. Cuando lo vimos, descargamos la adrenalina y nos dimos muchos abrazos y se nos cayó alguna lágrima”, cuenta Bautista.

Las críticas 

Algunos usuarios de redes sociales han apuntado directamente a los dos cazadores. Hay quien asegura que "los animales son ellos", otros creen que "si tanto respeto le tienen, que no lo maten" y algunos concluyen que fotografiarse de esa manera con el cadáver "es una humillación propia de cazadores".

“Más que yo quiero a esos animales, no los quiere nadie”, asegura este cazador ante las críticas que ha recibido de los animalistas en las redes sociales.“La caza, ahora mismo, es el único método de conservación de la especie que tenemos. Si nosotros no cazáramos, este tipo de animales no los tendríamos. En las fincas se trabaja para que el venado esté tranquilo durante una serie de años y cuando llegan a su esplendor se venden para poder cazarlos. El animal se mata porque ha llegado ya a un nivel tan extraordinario que ya llega su momento", asegura el cazador.