En esta vida no existe nadie más sordo que el que no quiere oír, ni más ciego que el que no quiere ver.
Un grupo de Presidentes de Sociedades de Cazadores de Navarra, el día 23 de junio de este año de 2020, acudieron con su queja al Defensor del Pueblo. Habían llegado ya a un punto límite sin retorno para sus Sociedades de Cazadores, hartas de tanto esperar el cumplimiento de la reforma de la Ley de Caza por parte del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, que como comprenderá el lector nunca llega. Así como atenazados por la presión directiva de dicho Departamento ante cualquier actuación de la Sociedad con relación a la caza, y viendo peligrar las especies simbólicas y representativas de sus cotos de caza, no les quedó otro remedio, entre otras opciones a desarrollar, que acudir al Defensor del Pueblo para manifestar públicamente su queja, ante la dejadez y cierta pasividad del Departamento de Medio Ambiente, para la potenciación de las especies de caza menor en los cotos de caza de Navarra, basada en la reforma de la Ley de Caza aprobada por el Parlamento Navarro, y publicada en el B.O.N con fecha de 2 de julio de 2013. Dándoles en su momento el Parlamento Navarro a dicho Departamento, como máximo, un período de un año y medio para que acordaran el protocolo a seguir con el fin de poder proceder y que la pusieran en práctica; de modo que a partir del día 31 de diciembre del año 2014, como muy tardar, toda Sociedad de Cazadores de Navarra pudiera actuar en consecuencia.
¡Llevamos ya más de 7 años desde que se aprobó la Ley, y como mínimo más 5 años y medio desde que se podría haber actuado sobre las sueltas de las especies cinegéticas de perdiz roja, liebre europea y mediterránea y conejo en nuestros cotos de caza! ¿A qué viene tanta cerrazón e injusticia? Dicen que la justicia es un hábito que se suele inclinar con perpetua voluntad para dar a cada uno lo que es suyo. Entonces ¿Por qué no nos dejan actuar? ¿Qué han hecho las organizaciones que dicen que nos representan? ¿Por qué ha tenido que ser un grupo de Presidentes de Sociedades de Cazadores los que poniéndose en pie digan: “Hasta aquí hemos llegado”? ¿Qué pasa, es que tanto la Administración Foral como las organizaciones desean que exista malestar entre las Sociedades, para que se sientan necesarias, importantes e insustituibles?
La demora que llevamos, como mínimo, en más de 5 años y medio en aplicar la justicia, significa injusticia. Ni comprendemos este tipo de actuación de dejar pasar el tiempo, ni creemos que la llegaremos a entender tras ver el sacrificio continuo de los cazadores navarros, unos sumidos en el descontento y otros en el abandono de su afición. Viendo cómo se les imponen unos cupos, al observar cómo se van restando poco a poco los días de caza, las horas para la caza de ciertas especies cinegéticas, al comprobar la reducción de los cupos impuestos o incluso llegándose a acotar o prohibir la caza de ciertas especies en sus cotos. ¿Alguien entiende el porqué de tal descalabro y de tan pésima gestión por la Administración Foral? ¿Se creen que el trabajo está realizado con que te dejen cazar un día a la perdiz, o en su defecto, en lugar de que un día sean dos? En absoluto, para nosotros es un no y no; y por supuesto, para nada. Si volvemos los ojos atrás se nos llenarán de vergüenza por la indiferencia y la mansedumbre que hemos mostrado en ese dejar hacer con el paso de los años, y el uno por el otro en el no querer despertar, lo cual nos está abocando de modo irremediable al desastre cinegético en nuestras especies emblemáticas. ¿Pero es de verdad que no nos vamos a movilizar todos, sin excepción, ante tanto desgaste intencionado y aplastamiento sistemático? Porque cuando un colectivo como el nuestro acepta durante tanto tiempo una actitud tan autoritaria, acaba por merecerla; así que, aunque parezcamos libres, en realidad nos encontramos encadenados.
Y a ti cazador navarro te decimos: “Piensa que a pesar de todo lo cómodo que hoy te puedas sentir; si llegas a conseguirlo, claro está, parapetado en tu conformismo; hoy es por mí, pero mañana seguramente será por ti”. Ya que tarde o temprano todos estaremos necesitados de todos, y ello nos debe de llevar a formar una piña, un todo indivisible para salvar desde hoy nuestra afición por la caza. Y que te conste, que a los hechos nos remitimos: “Que si tu no lo haces, nadie lo hará por ti; es decir, que si no nos movilizamos nadie lo hará por todos nosotros”.
Pero tras este breve y puntual inciso, debemos de volver a nuestra exposición sobre la Ley de Caza, su Reforma y nuestra queja ante el Defensor del Pueblo.
Entre las cuestiones básicas de dicha reforma se encuentran el poder potenciar y repoblar las poblaciones cinegéticas de caza menor. Al igual que la autogestión de las Sociedades de Cazadores sobre sus cotos de caza siendo una de las cuestiones más importantes que nuestra Ley Foral de Caza determina, dando carta de identidad a la gestión ejercida por los titulares de los cotos, reduciendo la intervención de la Administración de la Comunidad Foral.
Así que el mismo día 26 de junio de 2020, el Defensor del Pueblo, dando trámite a la queja debidamente presentada se dirige al Departamento de Medio Ambiente para que le dé una explicación ante la cuestión suscitada. Siendo la contestación por parte del Departamento evasiva e incompleta; en la que al parecer no le comunica que existe un borrador desde hace más de cuatro años para poder proceder a dichos apoyos y repoblaciones para las poblaciones de caza menor en los cotos de caza navarros. Dicho trabajo se lo callan, y aun así, con su total desconocimiento por parte del Defensor del Pueblo, éste le comunica al Departamento de Medio Ambiente, por escrito y con fecha de salida del mismo del día 29 de julio, textualmente lo siguiente:
“Recordar al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente su deber legal de determinar reglamentariamente las condiciones en que se podrán autorizar sueltas de perdiz roja, liebre europea y mediterránea y conejo, establecido por la disposición adicional séptima de la Ley Foral 17/2005, de 22 de diciembre, de Caza y Pesca de Navarra, introducida por la Ley Foral 23/2013, de 2 de julio”.
Concretamente el Defensor del Pueblo le ha dado al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, para que informe como es preceptivo, si en el plazo de dos meses acepta la resolución; es decir, hasta el día 29 de septiembre, y en su caso, las medidas adoptadas para su cumplimiento. Ya que la no aceptación podrá suponer la inclusión del caso en el informe anual del año 2020 que se le exponga al Parlamento con la mención expresa de lo sucedido.
Confiamos en que de una vez por todas, este Departamento abandone la autosuficiencia en la gestión de los cotos de caza navarros, con la que se encuentra arruinándolos. Abra su mente a los cazadores de cada coto de caza, que son los verdaderos técnicos en sus términos locales, pues nadie mejor que ellos conocen la querencia de los animales en las distintas zonas y parajes de su coto de caza. Así que cuanto antes nos percatemos y convenzamos de que el destino sobre la caza debe de estar en nuestras manos, en nosotros mismos; y no en las estrellas, y realicemos toda la fuerza y el trabajo necesario para lograrlo, antes le devolveremos la salud a nuestros cotos de caza.
Además, ¿Queda algo por descubrir para aplicarlo en el tema de refuerzos y repoblaciones de las especies que tratamos? No se trata de experimentar. No hay nada nuevo bajo el sol. Existen estudios, prácticas, demostraciones y análisis de resultados de todo tipo sobre el tema que tratamos. Luego ¿A qué viene tanta paralización? ¿Debemos de pensar lo peor por parte de unos y otros que nos aconsejan y auto dirigen?
Por otro lado, aunque sabemos que los derechos se toman, no se piden; y se arrancan amparados en la Ley, y nunca se mendigan. Confiamos en que se potencie la autogestión de los cotos de caza por sus Sociedades de Cazadores y se cumpla con el mandato del Defensor del Pueblo, amparado en la reforma de la Ley de Caza, para poder potenciar y repoblar sus cotos de caza con las especies cinegéticas que dictamina la Ley, de modo que las Sociedades de Cazadores de Navarra puedan volver a disfrutar de los cotos de caza como los tuvieron en los mejores tiempos pasados, y dejemos aparcada de una vez por todas la carestía en la caza, que aparte de hacer peligrar algunas especies no nos conduce más que a una sangría progresiva en el conjunto de los aficionados por la caza año tras año.
José Angel Pérez Calavia, Pte. Sociedad Cazadores de Ribaforada y Vocal en la Comisión Asesora de Caza Navarra; José Ramón Vela Fdez. Pte. Sociedad Cazadores de Larraga , promotor registro de Queja ante el Defensor del Pueblo. Y 33 Ptes. Sociedades firmantes adhesión escrito de Queja.