La provincia alberga el 30% de la población de la especie a nivel autonómico y el 18% respecto al número de ejemplares total en España, con 55 manadas (entre 250 y 300 ejemplares) | El cupo de la Junta estipula que pueden abatirse 50 lobos ibéricos cada año y, aunque desde Medio Ambiente afirman que solo 18 ejemplares han sido cazados, desde WWF afirman que es «una medida desproporcionada respecto al daño que hacen»
Es una de las grandes batallas en busca del equilibrio entre la conservación de la fauna y la protección de la actividad económica en el medio rural. El lobo ibérico es una de las especies amenazadas en la provincia de León y cuya presencia en las montañas leonesas genera determinados agravios a ganaderos que desde la Junta de Castilla y León buscan aminorar con los cupos de caza de dicha especie.
La provincia leonesa, según el censo elaborado por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, cuenta con 55 manadas de lobo ibérico en sus montes lo que equivaldría a un número total de ejemplares que oscilaría entre 250 y 300 lobos, ya que el tamaño de cada grupo es variable. Esto equivale a que uno de cada tres lobos de Castilla y León more las montañas leonesas (179 manadas, en torno al 30% en León) y el 18% del total nacional (297 manadas).
Diferencias con el método de censo
En primer lugar, desde la organización ecologista WWF, no comparten el modo de realizar el censo del lobo ibérico de la Junta de Castilla y León cuya población, eso sí, se mantiene estable en los últimos años. «No es el método más aceptado por la comunidad científica, ya que se deben contabilizar las manadas reproductoras y no confirmar la existencia de un grupo de lobos por indicios sin determinar si se están reproduciendo o no. Se basan en evidencias, pero no se confirma», explica la responsable de especies de WWF, Gema Rodríguez, a leonoticias.
Desde la Junta de Castilla y León no solo defienden este sistema, sino que añaden que «aunque la cadencia para la realización de los censos de la especie se fija en diez años, desde la Junta de Castilla y León se efectúa un seguimiento continuo de la población del lobo». Esto permite, según fuentes autonómicas, la confirmación de la presencia de estas manadas, permitiendo «obtener una foto fija de la situación de la especie».
Precisamente en este criterio para realizar el censo del lobo ibérico en la provincia leonesa radica el principal punto de conflicto para el control de la especial. Desde WWF consideran que «no es aceptable» que este censo que consideran que «no es el más riguroso» sea «la base para decidir cuál es el cupo».
«Se permite capturar el 20% de la pobalción total»
El cupo, dado los datos de población del lobo ibérico que posee la Junta de Castilla y León, es de 51 ejemplares en la provincia, algo que, desde WWF critican por ser «en torno al 20% de la población total». Aun así, la Junta aclara que en la temporada 2019/2020, las capturas obtenidas han sido de 18 ejemplares: cinco en la Reserva Regional de Caza de Riaño, seis en la Reserva Regional del Mampodre, dos en la Reserva Regional de Caza de Ancares y los cinco restantes en los cotos de caza.
Gema Rodríguez, la responsable de especies de WWF lamenta que en zonas como Riaño y Mampodre la incidencia del lobo «no es importante, apenas genera daños» y critica la «presión desproporcionada» para justificar estas capturas. «Se está cazando en una zona que es Parque Nacional por una moratoria que se acaba este año, dejando pasar una oportunidad y un recurso turístico como es esta especie», añade Rodríguez, además de apuntar que la Comisión Europea ha dejado claro que la caza «debe ser una excepcionalidad, la última de las medidas, y aquí no lo es».
A todo esto se suma que la Junta, en caso de motivos excepcionales establecidos en la Resolución de 9 de octubre de 2019, de la Dirección General del Patrimonio Natural y Política Forestal, que regula el Plan de aprovechamientos comarcales de lobo en los terrenos cinegéticos situados al norte del Río Duero en Castilla y León, se podrían autorizar la realización de controles poblaciones para prevenir perjuicios importantes en el ganado.
Avances «escasos» en prevención, transparencia y diálogo
Por último, Gema Rodríguez califica de «muy deficiente» el programa de la Junta para la prevención de esta especie en la provincia, donde la responsable de especies de WWF aboga por la «prevención» para facilitar «la coexistencia del lobo y la ganadería». «Apenas hay ayudas como la de financiar cercados o la entrega de cachorros de mastín, pero no hay ningún programa de medidas», explica.
Por último, desde WWF sí que reconocen los avances en temas de participación, transparencia y diálogo en este ámbito, aunque todavía se está lejos, aseguran, de casos como el de Andalucía donde «ya existe una mesa de participación mientras que en Castilla y León es únicamente informativa».
Fuente..: leonoticias.com