Óscar España cazó recientemente un rarísimo corzo de 10 puntas en un coto de Burgos. Un rececho complicado en mitad de una tormenta, del que ha narrado todos los detalles a Cazavisión TV.
La semana del 6 de junio, Óscar España cazó en Burgos uno de los corzos más peculiares que seguro podrán verse esta temporada. El cazador nos cuenta que ya lo había visto tres o cuatro días antes con su chica y con algún compañero del coto. El trofeo no parecía muy alto. No obstante, notaba que el animal tenía algo raro en la frente.
El corzo se movía por una zona donde no había manera de entrar andando. El hombre se encaramó a un alto a esperarle, ya que había estudiado por dónde bajaba el animal. El día del rececho fue tormentoso y el viento iba hacía el ‘duende’, por lo que Óscar temía que podía olerle y no salir.
A última hora, el corzo se dejó ver. Salió a comer cerca de un arroyo, a unos 230 metros, y empezó a mover hacía el cazador. Ahí comenzó a mirarle detalladamente con los prismáticos y vio que tenía “unos rosetones espectaculares y muchas puntas”.
Mientras el animal seguía su paso, de repente salió una corza que llamó su atención. La hembra empezó a subir y el macho con ella. A última hora de la noche, el corzo se paró a la orilla del monte y Óscar decidió que era el momento de jugársela.
Tiró a 200 metros, pero el corzo no cayó. Reaccionó con un sprint y se metió en el monte. El mal tiempo dificultó mucho la búsqueda. Al final anocheció y Óscar se fue a casa, dejando la tarea para el día siguiente. El cazador nos cuenta que estuvo toda la noche “pensando en el bicho”, siempre con la duda de si el animal se fue tocado.
Por la mañana, con un amigo y su teckel de 3 años, emprendió la búsqueda del corzo. Durante el rastreo, la perra tiraba hacia el monte. Entonces, decidieron soltarla y se metió en unas matas. Allí estaba el corzo.
Nada menos que 10 puntas y una rara disposición de la cuerna. En un lado tiene 4 y en el otro 6. Ha tdado enido una puntuación de 119,32, medalla de plata. En el momento de encontrar el corzo, se llevó una gran alegría, aunque reconoce que también sintió un poco de “repelús” de lo extraño que era. Acababa de quitar la borra y de un lado le colgaba un trozo de peluca. Al superar las piernas, apreció cómo le faltaba un testículo. “Estoy contentísimo porque es un corzo único”, recalca finalmente Óscar.
Fuente..: cazavisio.com